Antes de solicitar cualquier tipo de préstamo en una entidad bancaria, es necesario que conozcas todos los detalles del mismo. De este modo, puedes prevenir cualquier inconveniente de una manera anticipada, para no entrar en problemas económicos. En particular, es fundamental tener una idea clara sobre la carencia de un préstamo y su significado, en caso de que tengas que hacer uso de ella.
Este consiste en un periodo de tiempo variable y preestablecido en el contrato, donde una de las partes puede excluir ciertas obligaciones del acuerdo. De tal forma, puedes reducir el pago mensual de las cuotas si no cuentas con la liquidez necesaria para cumplir con los términos. No obstante, hay mucho más a conocer sobre el periodo de carencia de un préstamo y aquí te lo contaremos.
Tipos de carencias
Es fundamental tener en consideración que existen diferentes tipos de carencias de un préstamo, los cuales pueden variar según los términos acordados. Por lo tanto, al momento de pactar la carencia de un préstamo, puedes elegir entre las 2 principales opciones que se suelen utilizar. Estas son las siguientes: Carencia de amortización y Carencia total. A continuación, te explicamos sobre ellas.
1. Carencia de amortización o parcial
Se refiere al periodo de tiempo donde el solicitante del préstamo solo debe realizar el pago por los intereses del mismo. Es decir, no tiene la obligación de amortizar el capital prestado mediante las cuotas mensuales estipuladas. De tal manera, se reduce de una manera considerable el dinero a pagar en cada uno de los plazos. Así puedes ahorrar dinero o tener tiempo para cuadrar tus finanzas.
Sin embargo, es necesario tener en cuenta que con este tipo de carencia de un préstamo, el solicitante aún tendrá que abonar el capital recibido. Solo que tendrá más tiempo de hacerlo, reduciendo las posibilidades de tener problemas al momento de iniciar con los pagos. Gracias a ello, este es de los tipos de carencias de un préstamo que más beneficios ofrecen al cliente.
2. Carencia total
Otra de las opciones que tienes disponibles a la hora de acordar un préstamo con una entidad bancaria, es la carencia total. Esta consiste en que tendrás un periodo de tiempo predeterminado donde no tendrás que realizar ningún pago sobre tus cuotas mensuales. Por consiguiente, podrás quedar exento de abonar los intereses o la amortización general del capital solicitado.
El periodo de tiempo que se establece por la carencia de un préstamo de este tipo depende de la entidad bancaria en cuestión. En algunos casos, puede ser de uno o varios meses, mientras que en otros puede extenderse por un año completo. Todo depende de los términos que se establezcan al momento de firmar el contrato con el banco, puesto que pueden existir beneficios y riesgos.
Entonces, siempre debes estar atento a las condiciones del periodo de carencia de un préstamo, no importa que se trate de uno parcial o total. En especial, porque estos suelen variar en cada institución. Además, cada entidad bancaria tiene su propia política de actuación con respecto a dichos términos, la manera en la que deben cumplirse y las penalizaciones cuando no se cumplen.
Ventajas y riesgos
La carencia de un préstamo de cualquier tipo puede ofrecer muchos beneficios a corto plazo, en especial, cuando no cuentas con la liquidez para abonar las cuotas mensuales. Sin embargo, también es importante que consideres los posibles riesgos a los que te expones por solicitar dicho periodo de gracia. Sólo así podrás determinar si esto es algo que te conviene y no te pondrá en un peor estado.
Para que analices ambas caras de la moneda, aquí estamos para ofrecerte toda la ayuda que necesitas. En la siguiente lista, comentaremos las principales ventajas y riesgos que conlleva la carencia de un préstamo.
Ventajas
- Obtienes un desahogo económico para prevenir que tus finanzas se hundan y pierdas la liquidez necesaria para cubrir otros gastos.
- Te ofrecen un pequeño periodo de libertad económica, el cual puedes dedicar para realizar otros pagos o cumplir algún capricho que tengas en mente.
- Ayuda a prevenir las penalizaciones o informes negativos por el incumplimiento de pagos mensuales. Así tu línea de crédito no tendrá que verse afectada.
- Alivia el estrés económico que puede afectar tu salud y estado mental de forma indirecta. Por lo tanto, podrás estar más relajado y concentrado en tus objetivos.
Riesgos
- Tras finalizar el periodo establecido sobre la carencia de un préstamo, tendrás que pagar un importe mayor al estipulado inicialmente, para cubrir el tiempo aplazado.
- Si la carencia no se establece desde el principio del préstamo, tendrás que negociar bajo peores condiciones. Esto puede llevar a términos más rigurosos.
- Se extiende el periodo de tiempo de amortización por meses o años, mientras los intereses iniciales aumentan de forma progresiva.
- La entidad bancaria puede solicitar que contrates servicios adicionales para aceptar el periodo de carencia dentro de un préstamo.
Al analizar de forma detallada las ventajas y riesgos, podrás darte cuenta de que en algunos casos, esto es algo que puede empeorar tu situación. Por lo tanto, siempre tienes que actuar pensando a largo plazo, en especial, cuando planeas solicitar la carencia de un préstamo, sin importar su tipo. De igual manera, la situación de cada persona es diferente, así como los términos de cada entidad bancaria.
¿Cuándo puedo pedir carencia?
Pese a que cada institución bancaria trabaja bajo sus propias políticas, estas suelen manejarse de la misma manera con respecto a la solicitud de una carencia. Estas permiten que el recibidor del préstamo pida el periodo de gracia establecido cuando no puede cubrir los gastos de la amortización del capital. También se puede solicitar en situaciones de una emergencia financiera inesperada.
No obstante, siempre debes tener presente que bajo ninguna circunstancia puedes pedir la carencia de un préstamo sin necesitarla. Esto puede generar fuertes penalizaciones y multas por parte del banco.
En caso de que la carencia no se haya establecido previamente, la entidad bancaria no está obligada a aceptar tu solicitud. Sin embargo, esto es algo que se puede negociar bajo ciertos términos y condiciones. Incluso, puedes buscar ayuda por parte de la Ley de Segunda Oportunidad.
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